El interrogante que hago esta semana es: ¿Si Dios te quisiese charlar el día de hoy, que barrera deberías sobrepasar?
Vimos tres barreras: la ocupación, ser atraídos en nosotros, y el no entender como oír a Dios. Él eminentemente nos charla mediante su palabra, entonces, si no andas oyendo a Dios posiblemente no estés pasando el suficiente tiempo leyendo y meditando en su palabra. Dios asimismo nos charla mediante nuestros pensamientos mientras que permitamos que sean controlados por el Espíritu Santurrón.
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (12.1-8.11-14):
En esos días, ha dicho el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este mes va a ser para nosotros el primordial de los meses; va a ser para nosotros el primer mes del año. Decid a toda la reunión de Israel: «El diez del mes vigente cada uno de ellos intentará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es bastante pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta llenar el número de personas; y cada uno de ellos va a comer su parte hasta acabarlo. Va a ser un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la reunión de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis ámbas jambas y el lintel de la vivienda donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comeréis de esta forma: la cintura ajustada, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y les lo comeréis a toda prisa, pues es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche voy a pasar por todo el país de Egipto, dando muerte a sus primogénitos, de hombres y de animales; y voy a hacer justicia de todos y cada uno de los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre va a ser vuestra señal en las viviendas donde estéis: en el momento en que vea la sangre, voy a pasar de largo; no les va a tocar la plaga exterminadora, en el momento en que yo pase lastimando a Egipto. Este día va a ser para nosotros inolvidable, en él celebraréis la celebración al Señor, ley perpetua para todas y cada una de las generaciones.»»